Dos
robles y una flor, es lo que me brindo Dios, no sin antes regalarme, una
hermosa y esbelta pasión, y aunque Uds. no lo crean, yo si podría afirmar, que
esa mujer, bella y clamorosa, era muy a mi pesar, mucho más patriota y guerrera,
que una espartana, cuando pretenden pisan, su tan querida tierra.
Me
enseño mucho mas, a querer nuestra tierra, ……. y como no podría hacerlo?......si
ella de nacimiento y tradición, pertenece a uno de los lugares extremo, mas sufridos
y queridos, de esta hermosa nación.
El
Perú para el militar, es lo más sagrado que puede existir, empezando por el
Norte y terminando en el Sur y como buen Alférez de Artillería, allí fue donde
decidí ir.
Ese es
el motivo por el cual, cuando salí del Alma Mater, que es nuestra Escuela en Chorrillos,
no pare hasta Challapalca, lugar que para algunos, seguramente preguntaran……. y
eso existe?........, pero donde esta?,……. mira mi hermano, ……….yo te diré donde
queda y quienes están¡¡, …….. llegando a Tacna y subiendo por Tarata, tendrás
que intentar, llegar a Santa Rosa, pero antes de lograrlo, cruzaras una
tranquera, en la cual has de parar, porque en ese lugar, a 4,700 metros sobre
el nivel del mar, un soldado encontraras, de este verde olivo hermoso, que en
todos sitios están, ……….. bueno¡¡, …….adivinaste¡¡, ………. este lugar, es
Challita, como de cariño le decíamos, una tranquera, una garita, un cuartel,
una Villa, ……….si, esa villa, que ni el mayor S – 3, que allí vivía, ni el gran
Alférez de Artillería, pudieron hacer algo, cuando el fuego feroz e imponente, decidió
abrazarla al año de nuestra llegado, ……..y simplemente se quemo, sin nada que se
pudiera hacer.
El
patio era grande y las cuadras también, pero aparte de ese cuartel, nada mas
había, ………salías a la tranquera y la carrozable se perdía, preguntándote
siempre, que mas había, al otro extremo, de esa gran vía.
Al
frente pasaba un rio, que durante las mañanas, hielo encontrabas, el cual
pertenecía a este, del cual agua tomabas, y ha esto te diré, que la suerte
existe, porque siempre amanecía, con sus filos congeladas; realmente hubiera
sido suerte, si en ese hielo, un pez, atrapado y sin salida, hubieras
encontrado.
Solo
con 7 frazadas dormías, no porque no quisieras otra, sino porque si la ponías, el
peso de todas te ahogaban; era normal colocarte un pantalón de lana, tu pantalón
de buzo y encima de esto, tu radiante uniforme kaki olivo; sobre el pecho no
podía faltar un bibiri, un polo, una chompa, tu capotín y todavía cuando te
encontrabas de guardia, orgulloso llevabas, tu gran oso; con este animal, había
dos cosas, la primera que no estaba sobre ti, y la segunda que era el nombre
que tenia la piel de cordero, la cual se usaba al revés para con la lana darte
calor; calor que necesitabas, cuando en esas noches, completamente estrelladas
y solitarias, salías de tu garita para hacer la ronda nocturna, cuando de
servicio de guardia te encontrabas; pocos vehículos pasaban, por esa gran
tranquera; …….. cuando de servicio yo estaba, mi nombre se estampaba, en esa mi
tranquera, porque el vehículo ……¡¡siempre se verificaba¡¡; …….¡¡todo el mundo
abajo!!!!, …… ¡¡con su libreta electoral en su mano!!!!........es lo que yo
exclamaba, ……… eso era bueno, porque si yo me enfriaba, todo el mundo se
contagiaba.
Esta
historia, que está siendo relatada, no tendría ninguna gracia, si no fuera por
las fabulosas bajadas,…….. cada quince días lo realizabas, a Tacna o Juliaca como
destino privilegiado pensabas, esa decisión era tuya y nadie más la tomaba,
siempre y cuando no te hallan sancionado o te hayan metido tu “rata”, porque si
eso pasaba, simplemente te quedabas, y lógicamente, volvías a esperar tu tan ansiada
bajada; lo bueno de todo esto era, que si en “forma voluntaria” tú te quedabas, a fin de mes con tu sueldo
completo te presentabas.
Calachaca
era un paraíso, una flor en el pantano, un oasis en el desierto, una sonrisa en
la tormenta, una golondrina en la estación, todo esto es muy lirico y emotivo,
pero lo que sí es verdad, es que era un afluente de agua tibia, una piscina
hecha realidad, donde los Oficiales se metían, ……..primero despacio por la
temperatura y después simplemente la disfrutabas…………algún día pensare en
retornar y mis hijos seguramente lo conocerán.
Alex A.
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