BIENVENIDA

ESTE BLOG FUE CRADO PARA RECONOCER A ESOS HEROES, HISTORIAS O ANECDOTAS VIVIDAS PERSONALMENTE O CONOCIDAS DE OTRAS PERSONAS, PARA EL RECONOCIMIENTO Y CONOCIMIENTO POR PARTE DE TODOS LOS LECTORES

jueves, 13 de septiembre de 2012

Mujeres con valor



Benjamín Fuentes

Desde donde las crecientes de los ríos Cenepa y Comainas, se entrelazan y deslizan como gigantes serpientes, guardianas y celosas, sobre un inmenso manto verde. Así se divisa desde lo alto, la guarnición militar a la llegada del “pato” como le dicen al helicóptero, que al aterrizar contentos nos recibieron muchos soldaditos que repetidamente decían ¡APUMATA!, descargando presurosos lo poco que traíamos, y al bajar como insignificantes quedamos ante la majestuosidad de las montañas vestidas de verde que rodean el lugar, percibiendo ráfagas  de viento fresco y natural de aroma agradable, húmedo e indescriptible, con los zapatos sumergidos en un inmenso charco de agua, pues acababa de llover, y a la distancia escuchábamos gran algarabía por el canto de las aves escondidas en la vegetación, observando en un instante diversos insectos, batracios, aves y reptiles de nuestra gran biodiversidad, pues claro estamos en la selva.

       Esta inolvidable pero magnifica experiencia en cumplimiento de mi deber comienza hace 19 años, cuando fui cambiado  al Btn Sva N° 69 Chávez Valdivia, Amazonas, tenía un años de casado y mi primogénita de tan solo tres meses de nacida.

       Cumpliendo con las responsabilidades propias de mi trabajo como militar, robaba tiempo para poder reconstruir y acondicionar lo que metafóricamente seria mi primer departamento dándole forma y comodidades que la situación demandaba.

       No habitaba nadie más que nosotros, en el sector asignado como villa, hasta que después de  un tiempo, llego la esposa de un Sub Oficial que sería inicialmente nuestra vecina hasta convertirse poco a poco en una más de la familia.

       Después de tres lindos meses de felicidad, llego el relevo de los jefes de Puesto de Vigilancia (PV) y  los nuevos eran candidatos sin opciones, mi esposa en su afán de apoyarme prefirió quedarse diciéndome…¡ Te esperamos aquí, son seis meses y el tiempo pasa rápido! fue desde entonces que sola afronto miles de vicisitudes, amenazas, necesidades e inclemencias del clima propios de la zona; que cualquiera no podría soportar.

A mi retorno pude enterarme, cuando me conto todo lo que paso, yo imaginándome todo como si hubiera estado en dos lugares a la vez; en uno en cuerpo y en el que paso mi esposa en alma.

Ella teniendo la oportunidad de contarme todo lo que pasaba cada vez que nos comunicábamos por la radio, solo prefirió el silencio para brindarme la tranquilidad en mi trabajo, por mi parte pensaba que lo que más quería estaban allí solas y desamparadas, lejos y a la vez cerca de mí, en silencio me desesperaba y quería que los meses fueran días y los días fuesen horas.

Esto es digno de reconocer y valorar en las esposas de los militares que de una manera silenciosa y valerosa apoyan a los esposos contribuyendo al engrandecimiento de la Institución.

No hay comentarios:

Publicar un comentario